Con la iniciativa del Dr. Armando Rendón, docente de la materia Producción de Equinos, del octavo semestre, la coordinación de la Dirección de Extensión de la Facultad de Ciencias Veterinarias, dirigida por el Dr. David Centellas y el apoyo de estudiantes del noveno semestre, se organizó una charla sobre Equinoterapia. María Belén Ibáñez, psicóloga, especialista en Equinoterapia, describió su experiencia de más de siete años aplicando esta metodología. “He venido a presentar la técnica que aplicamos en el Club Hípico Santa Cruz llamada Equinoterapia, es la utilización de las bondades de la naturaleza del caballo para conseguir resultados terapéuticos en pacientes que tienen una capacidad especial o discapacidad, trabajamos con población que padece parálisis cerebral, autismo, síndrome de Down y otras patologías que tienen base neurológica”, afirmó la psicóloga.
Ante un auditorio lleno, en dos ocasiones, la psicóloga justificó los resultados de la metodología. “No es un milagro, es ciencia lo que hay detrás, es científico y tiene una comprobación, siempre y cuando uno aplique la metodología de manera apropiada y se acompañe de profesionales en la intervención. Aprovechamos el patrón tridimensional del caballo, de su marcha para conseguir beneficios a nivel físico, a nivel emocional, y neurológico del paciente. Trabajamos hace siete años con la fundación, “Conectando Vidas”. En el club hípico, hemos atendido a más de doscientas familias con esta terapia. Hemos logrado competir en el exterior del país, con uno de nuestros jinetes con síndrome de Down, llegando a ser representante boliviano”, describió.
Aunque esta propuesta, de la profesional, es nueva en Bolivia, el método se aplica desde hace sesenta años en el exterior y a dado muy buenos resultados.
En esta ocasión hay que destacar la gran expectativa que causó entre los estudiantes de veterinaria, ya que se realizaron dos encuentros a salón lleno, develando el interés por las técnicas de la terapía. “Nosotros trabajamos en equipo (psicólogos y veterinarios), he recibido a muchos voluntarios de la Carrera de Veterinaria, que me apoyan, porque el primer recurso es el caballo, entonces son ellos los que nos pueden dar los cuidados apropiados para realizar la actividad con seguridad y ética”, puntualizó Ibáñez. Sobre la continuidad de este proyecto, Ibáñez, refirió conversaciones con las autoridades facultativas para crear una unidad de asistencia. “Estamos pendientes de una segunda fase que es la parte práctica de la actividad y una tercera, que es una propuesta para habilitar el primer centro en la universidad que realice este tipo de intervención junto con la Facultad de Veterinaria.
Por su parte el decano Rolando López, a tiempo de iniciar el encuentro, destacó la importancia de incorporar, en la formación de los estudiantes de veterinaria, la experiencia de otras áreas profesionales, como en este caso, Psicología.